Terminada nuestra aventura por el desierto de Wadi Rum, pusimos rumbo a Aqaba donde nos esperaban un par de inmersiones para disfrutar de los arrecifes de coral en el Mar Rojo.

Aqaba, llena de hoteles de lujo, es una de las ciudades por excelencia para los turistas que quieren practicar deportes acuáticos como el submarinismo, gracias al agua cristalina que nos permite una gran visibilidad para disfrutar de los arrecifes de coral que hay en el Mar Rojo.

Una vez que nos subimos en el barco y se encendieron los motores para llevarnos a las preciosas aguas cristalinas del Mar Rojo, llego el instructor responsable de las inmersiones pidiéndonos a los que íbamos a bucear el carnet de buceadores. Dato muy importante, ya que para bucear tenemos que saber muy bien cómo preparar el equipo antes de saltar y sobretodo cómo comportarnos cuando estamos debajo del agua. En mi caso, tengo el curso de buceador avanzado de la escuela Padi, por lo que no tuve ningún problema para realizar las inmersiones.

Aqaba, al ser el único punto portuario de Jordania que tiene acceso a mar abierto hay que tener en cuenta, la cantidad de tráfico de barcos grandes que nos podemos encontrar practicando nuestras inmersiones. Una de las recomendaciones, es alejarse lo máximo posible de los muelles de carga, porque así evitaremos la contaminación de las industrias que hay en el puerto y de los propios barcos.

Nuestra experiencia en el Mar Rojo fue a bordo del Yasmena Boat, una de las mejores empresas para practicar submarinismo en toda la zona de la mano del instructor de buceo Yazan Alsaed. Los precios para practicar submarinismo a bordo del Yasmena, oscilan entre 20 JOD (alquiler del equipo de buceo por día) hasta los 100 JOD (incluye 2 inmersiones, equipo, guía y día entero en el barco con comida y refrescos), si queréis tener más información sobre todos los precios podéis verlos en su web oficial.

A continuación podréis ver las fotos que pude hacer en el Mar Rojo, mar que comparten cuatro países, Israel, Egipto, Arabia y Jordania.