El otoño es muy fotografiable, eso está claro para cualquier aficionado a lentes y objetivos, ya que los matices de color que nos ofrecen los paisajes naturales de nuestra geografía son en esta época cálidos y llenos de matices.

Colores muy representativos de una estación ideal para salir al campo a recoger setas, a disfrutar de una buena caminata y realizar actividades al aire libre antes de que se meta de lleno el invierno y el frío nos lo impida.

Salamanca es un destino turístico muy interesante a nivel nacional. Por supuesto a nivel fotográfico nos ofrece rincones y momentos irrepetibles. Solo hay que pasearse por la Plaza Mayor cualquier domingo de otoño para ver que hay más cámaras aquí que en un estadio de fútbol lleno de japoneses un día de partido.

Pero lo más interesante del otoño en Salamanca no se encuentra entre las piedras doradas de la ciudad. Es al alejarnos dirección sur, hacia Extremadura, donde podemos encontrar paisajes otoñales idílicos en la Sierra de Béjar y la Sierra de Francia, apenas a una hora de coche de la capital, en el límite entre las provincias de Salamanca y Cáceres.

Debido a la abundante vegetación de castaños, robles, chopos y fresnos que pueblan los montes y prados de estas dos sierras hermanas, las tonalidades ocres que van desde el rojo oscuro al amarillo pálido se suceden ante nuestros ojos encuadradas en paisajes de cuento.

En la Sierra de Francia hay varios pueblos declarados Conjunto Histórico Artístico por Patrimonio, como son La Alberca, San Martín del Castañar, Mogarraz, Miranda del Castañar y Sequeros, que se engloban además en el Parque Natural Batuecas- Sierra de Francia y pertenecen también a la más recientemente aprobada por la UNESCO Reserva de la Biosfera de las Sierra de Bejar y Francia.

En cualquiera de estos pueblos de calles empedradas y casas preciosas, que aún conservan la arquitectura tradicional, podemos encontrar rincones mágicos que atrapar con la lente de nuestra cámara y, por supuesto, degustar los variados platos de la gastronomía local para reconfortarnos después un buen paseo por los senderos señalizados y rutas que hay por la zona. Muchas de ellas combinan paseo y exposición al mismo tiempo en los llamados Espacios de Arte en la Naturaleza, como la Ruta del Agua que une Mogarraz con Monforte de la Sierra, la Ruta de las Raíces en La Alberca o la del “Asentadero” de los Curas entre Sequeros y San Martín del Castañar.

Podemos encontrar obras artísticas en mitad del camino creadas por reconocidos escultores, pintores y creadores locales y nacionales, lo que hará nuestro paseo doblemente disfrutable: naturaleza otoñal en estado puro y creaciones vanguardistas originales y atrevidas.