Os he hablado de Cracovia (aquí), una ciudad de encanto con una Plaza del Mercado presidida por la Basílica de la Virgen María (la iglesia Mariacki) la cual fue edificada entre el siglo XIII y el siglo XV, por los vecinos de la ciudad para competir con la Catedral de Varsovia, en el lugar que ocupaba la iglesia románica de la ciudad construida en los años 1221-1222. Podemos apreciar toda la basílica en esta visita virtual.

La iglesia es de estilo gótico y su base tiene forma de una basílica de tres naves de crucero, en el exterior destaca la fachada por el pórtico barroco pentagonal diseñado por Francesco Placidi y como os hemos comentado anteriormente por sus dos torres, la más alta mide 81 metros, la cual cuenta con un casco gótico puntiagudo adornada por una corona dorada en 1666 y la otra torre, que sirve de campanario, tiene 69 metros.

Se dice que por encargo de la clase alta de Cracovia, dos hermanos fueron los encargados de levantar estas dos torres, cada uno trabajaba en la suya, pero uno era más rápido que el otro en construir la misma, cuando el hermano menor se dio cuenta de que iba retrasado, los nervios y la envidia le invadieron y terminó por asesinar a su hermano. De esta manera, una de las torres quedo más alta que la otra.

Otra curiosidad de estas torres es que desde la torre mayor, se oye cada hora desde el siglo XIV, el Toque Mariacki, Hejnał o toque del Rey, una melodía tradicional polaca que se transmite a mediodía a través de la radio de todo el país, en la que un trompetista sale por los ventanales de la torre, dando la vuelta a la misma. Si os fijáis en las ventanas, le veréis.

La leyenda cuenta que la iglesia, hoy basílica, era un lugar importante para la defensa de la ciudad. Desde la torre más alta, llamada torre hejnalica, se daba un toque de trompeta para abrir las puertas de la ciudad y por la noche para cerrarlas. También era una señal de alarma ante la presencia del enemigo, pero un día los tártaros atacaron por sorpresa la ciudad, el guardia que vigilaba en ese momento comenzó a tocar «Hejnał mariacki» (aquí podéis oírlo) para cerrar las puertas de Cracovia, consiguiendo cerrarlas, pero con tan mala suerte que una de las fechas que lanzaron los enemigos desde fuera de la ciudad alcanzó al trompetista, dándole en la garganta al tiempo de tocarla y finalmente falleciendo en el instante, sin haber terminado la melodía. Desde entonces y como recuerdo a este hecho, la melodía se interrumpe en mitad de la nota.

En su interior alberga dos piezas talladas y elaboradas por Wit Stwosz, un gran crucifijo de arenisca en mitad de la basílica y un gran retablo de madera de talla medieval, el más grande de Europa, que tiene 13 metros de longitud y 11 de altura elaborado entre 1477 y 1489 gracias a la generosidad de la burguesía de Cracovia.

El retablo situado en el presbiterio o el Gran Altar, está elaborado en madera de robee, el exterior, y en madera de tilo, las esculturas, algunas de ellas con más de 2,7 metros de altura y tremendamente realistas. En su base podemos apreciar el árbol genealógico de la Virgen y de Jesucristo y en las tres alas del retablo abierto apreciamos representaciones de escenas desde la Anunciación hasta Pentecostés.

Es recomendable visitar todos los detalles y pinturas de esta magnífica basílica, además de sus capillas y su increíble órgano, también si queréis se puede subir a lo alto de la torre más alta, subiendo 239 escalones para ver la vista panorámica de la ciudad y el lugar dónde tocan los trompetistas.

Dirección
Calle Rynek Główny o Plaza del Mercado:
Horario
De Lunes a Sábados de 11.30h a 18h y domingos de 14h a 18h.
Precio
6 PLN, aproximadamente 1,5€ y si queréis hacer fotos del interior 1 zloty más.