Este es el hotel dónde nos alojamos en nuestro viaje a Budapest, el Hotel Mercure Korona, un hotel de 4 estrellas perteneciente a la cadena Accor que se encuentra en el corazón de la ciudad, justo en frente del Museo Nacional y al lado de la estación de metro de la Plaza Kálvin, además de otros transportes como autobuses y tranvía.
El pálinka es una bebida con un alto grado de alcohol, unos 40º, aunque vimos incluso de 50, así que ¡Imaginaos! Un aguardiente como lo conocemos en España, pero hecho a base de frutas de todo tipo. El origen de la bebida data del siglo XIV, y hoy en día se sigue consumiendo, aún siendo tan fuerte lo veréis en cualquier tienda de souvenirs o a pie de calle. Lo consumen mucho en el ámbito rural para celebrar la buena cosecha, las bodas, nacimientos, etc.
Incertidumbre, es la sensación a cada paso que das al caminar sobre estas aguas heladas del Golfo de Botnia… Esto nos ocurrió durante nuestra visita a las instalaciones de Pite Havsbad en la ciudad de Piteå, uno de los centros más grande para el turismo y para convenciones en el norte de Europa.
Realmente este macro complejo no es que sea muy turístico ya que lo podemos catalogar como el típico hotel donde te ponen una pulsera y allí mismo tienes todo lo que necesitas, espectáculos, comida, piscinas con toboganes en su interior…, es decir, hecho para todos aquellos que directamente no quieran pensar en nada mas que en disfrutar.
Si me seguistéis por Facebook, sabréis que hoy hace una semana estaba descubriendo la ciudad o perla del Danubio como también se la conoce ¿Sabéis dónde? En Budapest, un lugar que os recomiendo visitar en vuestro próximo viaje, me habían hablado muy bien de ella y se quedaban cortos, ¡he quedado sorprendida! El primer lugar que os quiero enseñar es el Balneario Széchenyi, uno de los recintos termales más grandes de Europa y más sorprendentes.
¿Por qué? ¡Estaréis diciendo! Y es que el emplazamiento es único y el enclave no puede ser más maravilloso y bonito. ¡Como toda la ciudad!