Hace unas semanas tuve la oportunidad de viajar hasta Barcelona para asistir al #OlympusTrip organizado por los chicos de Naturpixel para probar la nueva cámara de la firma Olympus, la Olympus OM-D E-M1.

Fue un viaje de fin de semana con grandes viajeros y admirados fotógrafos a los que sigo en las redes sociales como Joan y Guillem de Naturpixel, Miguel (el contrincante en casa), Carlos Olmo, Luis Rodríguez, Ignacio Izquierdo, Quique Cardona, Mauro A. Fuentes, Rafa Pérez, Zai Aragon y Manuel Aguilar.

Soy una aficionada a la fotografía, a la que cada vez le gusta más por diveros motivos… Pero es verdad que lo mío tiene delito y que la frase «en casa de herrero, cuchillo de palo» es aplicable al 100%, ya que mi abuelo, mi padre y ahora mi pareja, son fotógrafos y creo que durante una época le tuve cierto rechazo tras tantas fotos y ahora desde hace unos años, he vuelto a cogerle el gusto.

Creo que también es más fácil cuando manejas una cámara con la que te sientes agusto, la entiendes y sabes sacarle el máximo partido, sino nos pasamos el día en la modalidad «auto» como me pasaba a mí antes…

Lo primero que hicimos fue coger cada uno una cámara, la Olympus OM-D E-M1 es una cámara cómoda, una reflex pequeña con grandes posibilidades, (para mí perfecta de tamaño) y fácil de manejar, con un menú bastante sencillo respecto a otras cámaras por lo que pude comprobar en los dos días que la estuvimos testeando.

La probamos en distintos entornos y en distintas situaciones, en interior, exterior con luz, nublado, de noche y con un sol radiante, así que pudimos probarla en todo tipo de escenarios.

Fue un fotowalk por las calles de Barcelona, visitamos el World Press Photo, no podía faltar en nuestra visita a la ciudad y con tanto aficionado a la fotografía, pasamos por el Raval, las Ramblas, la Fira de Santa Llúcia para ver el ambiente navideño, la Catedral de Barcelona, el Barrio Gótico y la Plaza del Ayuntamiento.

Al día siguiente, cambiamos la ruta por otra en plena naturaleza, a 47 kilómetros de Barcelona hasta llegar al Parque Natural del Montseny, dónde disfrutamos de un magnífico día en la sierra rodeados de vegatación y en dónde tuvimos la fortuna de probar en un río, la resistencia de la cámara al agua.

¿Y qué hacíamos? Fotografiar a diestro y siniestro por las calles, hacer fotografía callejera o urbana, la sierra, la montaña… Probando la cámara en diferentes ámbitos según el tipo de objetivo que escogió cada uno. En mi caso, elegí el 12-40mm, un objetivo fácil y versátil para adaptarme según mis conocimientos a cada situación y el resultado son las fotografías que estáis viendo y con las que estoy bastante contenta.

Me gustó también su estabilizador, ya que siguiendo los mismo parámetros con mi cámara Canon G15, muchas veces las imágenes salen movidas o trepidadas (terminología profesional :P) y este caso (sí alguna salió) fueron las menos.

También un gran punto a su favor y qué diferentes firmas están incorporando a sus cámaras y es la wifi y el traspaso de las fotografías a dispositivos móviles mediante wifi, en el caso de Olympus, mediante su aplicación «Olympus Image Share«, disponible para iOS y Android, lo  que nos hará más fácil compartirlas en nuestras redes sociales.

 
Por último, también deciros que podemos «editar» las fotos en la propia cámara, poner filtros, hacer collages y en vídeo por lo que comprobaron otros compañeros también funciona muy bien, para muestra este vídeo grabado con la cámara como resumen del viaje.
 

 

A continuación, os dejo con las fotografías que realicé durante los dos días y que espero os gusten, además de invitaros a visitar los blogs de mis compañeros de viaje para conocer unas reviews más técnicas y profesionales que las mías.