De vez en cuando también hay que darse un respiro mientras uno esta visitando la ciudad y por eso, esta parada estaba más que justificada… Después de comer, un cafelito, pero con hielo por favor, que en Ginebra en verano hace mucho calor.
La parada la realizamos en un pequeño negocio local experto en cafés artesanales en el «Little SoHo de Ginebra» llamado Birdie Food & Coffee, donde lo primero era pedir algo fresquito para paliar el calor que estaba haciendo. Una vez servidos, nos interesamos por como realizaban sus cafés artesanales y como conseguían tener un sabor tan rico y característico.
Tal y como nos contaron, ellos seleccionan sus cafés con mucho mimo y en estrecha colaboración con los tostadores artesanales, seleccionando cada café de acuerdo a su calidad, origen, período de cosecha y con un tostado del grano por encargo, sin perder lo esencial: el sabor, garantizando así, el máximo disfrute.
Café por Birdie: una historia de pasión y know-how
Cada minuto que iba pasando nos adentrábamos cada vez más en el mundo del café y de cómo lo entienden los dueños de este bonito establecimiento.
Tal es así, que tienen totalmente controlado cada elemento que interviene en la realización de su café, desde la máquina de café como el agua, un componente tan importante en una taza de café que debería mejorarlo sin distorsionar su sabor, por ello nos enseñaron su sistema de filtración para asegurar que no transfiera ningún sabor al café y que sea lo más neutral posible.
Como podéis ver, lo tienen todo bien calculado y podemos decir que son unos expertos en la materia, ya que estudian cuidadosamente cada receta y la técnica a utilizar para cada café. Tal y como ellos nos lo explican… «La pasión y la curiosidad nos empujan a experimentar constantemente».
Aunque solo fuimos a tomar un café, también tengo que deciros que el Birdie Food & Coffee dispone de una pequeña carta de pasteles, galletas y comidas frías de las que poder disfrutar si queremos comer algo rápido que no nos quite mucho tiempo durante nuestra estancia en la ciudad, o bien, disfrutar de su buen ambiente tras una larga jornada de turismo.
