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Viajes Internacionales

Hoy nos trasladamos hasta el Museo de Samsonite en Bélgica, poco conocido y un lugar de culto para los viajeros. ¿Qué viajero no ha tenido una maleta de Samsonite?
 
El museo se encuentra en Oudenaarde a unos 60 km de Bruselas o a 30 km de Gante y cuenta con la mayor parte de los modelos históricos de la marca desde el inicio de la firma en el año 1910, cuando Jesse Shwayder la fundó.
 
A principios del siglo XX los viajes eran pocos y demasiado largo, así que os podéis imaginar el equipaje...baúles que debían ser arrastrados de manera bien distinta a la que ahora tenemos acostumbrada a ver, con las comunes maletas de dos y cuatro ruedas en todos los rincones de los aeropuertos de todo o el mundo o cualquier estación que se precie.
 

Otro de los atractivos de Dublín para los amantes de la cerveza es la fábrica de Guinness, de donde sale gran parte de la producción de la típica cerveza negra irlandesa para distintos puntos del mundo.

La visita a la fábrica de Guinness es bastante curiosa, ya que han aprovechado para realizar una especie de atracción para todos los visitantes, explicando cada uno de los procesos que hacen falta para realizar una Guinness perfecta, desde la obtención de la materia prima como la cebada, el lúpulo, la levadura y el agua, hasta su proceso de elaboración.

La entrada a la Guinness StoreHouse cuesta aproximadamente 14,40€, incluyendo en el valor de la entrada una pinta de Guinness, pero si compráis la entrada por la web oficial de Guinness os costaría un 10% menos que comprando la entrada en la taquilla, que como bien sabéis nunca viene mal un descuento ¿eh?. Y acordaos de no tirar la entrada, ya que la consumición te la dan mostrando la entrada.

En todas las ciudades hay sitios emblemáticos ¿verdad?. Hoy os vamos a contar un rincón especial situado en la ciudad de Dublín y que su nombre es “El bar sin nombre” (The Bar With No Name).

El bar sin nombre, es uno de los más conocidos en Dublín, pero lo mas curioso de todo es que si vas buscándolo por su nombre en la fachada, nunca lo encontrarás, ya que no tiene ningún nombre para identificarlo en el exterior solamente tiene un cartel de madera con la forma de un caracol colgando encima de la entrada del local.

El bar tiene diferentes salones en su interior, adornados con diferentes motivos para que todos encuentren su hueco mientras que disfrutan de una pinta o un buen whisky irlandés junto a los amigos. También en el bar sin nombre, podrás encontrar dependiendo del día en el que vayas diferentes exposiciones, bien de cuadros o por ejemplo como cuando nosotros fuimos una exposición de fotografía.