Recién aterrizado de Bolivia, no podía esperar a escribir o mejor dicho, a relatar una experiencia tan impactante como la que pude tener en uno de los miradores mejor situados en la ciudad de La Paz, el mirador de Killi Killi.
Ver la foto en si, es impactante, pero no os podéis imaginar lo que siente uno cuando esta ahí arriba. Lo ves todo tan pequeño y a la vez tan grande, que es imposible quedarse poco tiempo, se te paralizan las piernas como si no te quisieras ir nunca de este lugar. Los contrastes entre edificios y luces de la ciudad, hacen que las vistas sean realmente únicas.