Recién aterrizado de Bolivia, no podía esperar a escribir o mejor dicho, a relatar una experiencia tan impactante como la que pude tener en uno de los miradores mejor situados en la ciudad de La Paz, el mirador de Killi Killi.

Ver la foto en si, es impactante, pero no os podéis imaginar lo que siente uno cuando esta ahí arriba. Lo ves todo tan pequeño y a la vez tan grande, que es imposible quedarse poco tiempo, se te paralizan las piernas como si no te quisieras ir nunca de este lugar. Los contrastes entre edificios y luces de la ciudad, hacen que las vistas sean realmente únicas.

La cuestión de todo, es que es uno de esos momentos en los que no esperas estar en ese lugar para nada, por lo que no estaba preparado para hacer una buena fotografía nocturna. Pero no fue un gran drama, ya que empece a sacar trucos de la chistera, como si fuera un mago, para poder captar las increíbles vistas que tenía delante de mí.

Ya sabéis, que la ciudad de La Paz se encuentra aproximadamente a 4.000 metros de altura, por lo que cualquier esfuerzo físico que hagas te va a costar bastante. Este apartado, en ese momento no era prioritario para mí, es más, empece a moverme por todos los lados del mirador como un loco, para poder ver toda la ciudad. Creo que fue la ilusión del momento y de lo que tenía enfrente, pero pasó factura…

A la vuelta de estar en el mirador, tenía una presión en el pecho que me dificultaba respirar bastante y un dolor de cabeza con el que tuve que pelearme el resto de la noche, hasta que me pude tomar lo más preciado en estos lares… un mate de coca, lo mejor para el mal de altura.

Según nos comentaba el guía, el mirador de Killi Killi, se llama así debido al canto de un halcón pequeño que solo existía en esta zona y en ninguna otra parte de la ciudad. Antiguamente, en el año 1781, el mirador era un sitio estratégico de la ciudad para los indígenas , para vigilar la antigua ciudad española de posibles asedios.

Actualmente, el mirador es visitado asiduamente por todos los «paceños» para desconectar de una larga jornada laboral o simplemente para ir en pareja, ya que es un sitio realmente precioso y romántico para estar acompañado.

El mirador, está situado en lo alto del barrio de Villa Pabón, exactamente en la Avenida de La Bandera, una de las partes más elevadas de la ciudad de La Paz. La entrada al mirador de Killi Killi es gratuita y se puede coger un minibus desde la C/Yanacocha para que te lleve directo a disfrutar de estas espectaculares vistas de esta ciudad boliviana.

Aquí, os dejamos el plano donde está situado exactamente por si os entran ganas de ir a visitarlo. ¡Yo no me lo pensaría dos veces!