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Otro de los atractivos de Dublín para los amantes de la cerveza es la fábrica de Guinness, de donde sale gran parte de la producción de la típica cerveza negra irlandesa para distintos puntos del mundo.

La visita a la fábrica de Guinness es bastante curiosa, ya que han aprovechado para realizar una especie de atracción para todos los visitantes, explicando cada uno de los procesos que hacen falta para realizar una Guinness perfecta, desde la obtención de la materia prima como la cebada, el lúpulo, la levadura y el agua, hasta su proceso de elaboración.

La entrada a la Guinness StoreHouse cuesta aproximadamente 14,40€, incluyendo en el valor de la entrada una pinta de Guinness, pero si compráis la entrada por la web oficial de Guinness os costaría un 10% menos que comprando la entrada en la taquilla, que como bien sabéis nunca viene mal un descuento ¿eh?. Y acordaos de no tirar la entrada, ya que la consumición te la dan mostrando la entrada.

En todas las ciudades hay sitios emblemáticos ¿verdad?. Hoy os vamos a contar un rincón especial situado en la ciudad de Dublín y que su nombre es “El bar sin nombre” (The Bar With No Name).

El bar sin nombre, es uno de los más conocidos en Dublín, pero lo mas curioso de todo es que si vas buscándolo por su nombre en la fachada, nunca lo encontrarás, ya que no tiene ningún nombre para identificarlo en el exterior solamente tiene un cartel de madera con la forma de un caracol colgando encima de la entrada del local.

El bar tiene diferentes salones en su interior, adornados con diferentes motivos para que todos encuentren su hueco mientras que disfrutan de una pinta o un buen whisky irlandés junto a los amigos. También en el bar sin nombre, podrás encontrar dependiendo del día en el que vayas diferentes exposiciones, bien de cuadros o por ejemplo como cuando nosotros fuimos una exposición de fotografía.

Para todos aquellos que con las fotografías no os haya sido suficiente, se nos ocurrió hacer un pequeño video de la festividad de San Patricio en Dublín.

En este video podréis ver el ambiente y las vestimentas de la gente por las calles de Dublín, desde el recorrido por el desfile hasta el movimiento musical por la noche en todas las calles.

Hay que tener en cuenta que la totalidad del video ha sido hecho con un iPhone 4S y para no ser una máquina profesional, hace unos vídeos bastante buenos, aunque ayudado de un pequeño trípode podremos sacarle un rendimiento mucho más alto. Os aconsejamos que a la hora de darle al play, lo veáis en alta definición para no perderos detalle alguno.

Si os digo la verdad, lo mejor de todo el video es... bueno, mejor echarle un vistazo y nos dejáis un comentario con el momento del video que más os ha gustado.

Al día siguiente de San Patricio, como es lógico cuando estas de turismo en una ciudad que no conoces, nos levantamos por la mañana temprano para intentar perdernos por las calles de Dublín y así conocer lugares de interés.

En este paseo encontramos el Ha’Penny Bridge, el puente del medio penique, que te permite pasar de una lado del Río Liffey al otro. Su nombre es debido, en primer lugar, a su forma similar al canto de una moneda de medio penique y en segundo lugar, a que todo aquel que quisiera pasar de un lado al otro del Río Liffey, tenía que pagar la cantidad de medio penique en calidad de peaje.

El Ha’Penny Bridge fue construido en 1816 y en un primer momento no se llamó así, sino que se llamó Wellington Bridge en honor a Arthur Wellesley, que fue el primer Duque de Wellington. Actualmente hay gente que lo llama Liffey Bridge, pero si os digo la verdad el puente tanto en los mapas como en las placas identificativas del mismo pone Ha’Penny Bridge, así que nosotros siempre nos referiremos a él como tal.