Hoy os llevamos de senderismo por un pueblo de la Sierra Norte de Madrid, Puebla de la Sierra, a 110 kilómetros en el que descubriréis un paisaje único y sorprendente.

La localidad se encuentra enclavada en la Sierra del Rincón, una de las zonas más desconocidas de la Comunidad de Madrid; pero con más encanto por su entorno y ubicación. En ella, además donde podremos descubrir el bonito Valle de los Sueños, una combinación perfecta de arte y naturaleza.

Cómo llegar

El trayecto desde Madrid será de algo más de una hora, aunque el camino es llevadero y si accedéis desde la A-1 podéis entrar por la salida 79, pasar el municipio de Piñuécar y subir por el extraordinario Puerto de Puebla de la Sierra vislumbrando toda la vegetación de pinos, encinas, robles del valle y/o parar en el el Mirador de los Buitres como hizo Alicia de «Los Viajes de Ali» y que podéis leer aquí. Otra opción, es entrar desde Buitrago de Lozoya y recorrer los pueblos de la M-127 hasta llegar al mismo punto y ascender por el puerto.

Sin duda, pararía en el Puerto para contemplar toda la Sierra del Rincón y la Sierra de Guadarrama; gracias a extensa señalítica donde podréis aprender más sobre la Comunidad de Madrid y su entorno, la fauna y la flora.

Valle de los Sueños y la ruta hasta la Silla de Meira

¡Es el momento de comenzar a andar! Y, ¿dónde paramos? Pues bien, nuestra recomendación es que lo hagáis o en el área recreativa Parque de los Avellanos (aquí), dónde hay espacio para estacionar y un merendero, así como el sonido del río de la Puebla; desde este punto la ruta es más accesible para contemplar la Silla de Meira y comenzar a andar.

También está la opción de aparcar un poco más adelante en el inicio del pueblo y el comienzo de la ruta del Valle de los Sueños, dónde veremos las primeras esculturas de esta bonita travesía. ¡Esta fue nuestra opción!

El Valle de los Sueños es una de las iniciativas del ayuntamiento de la Puebla de la Sierra, una de las cinco localidades pertenecientes a la Sierra del Rincón – Reserva de la Biosfera desde 2015, donde el arte está integrado en la naturaleza gracias a 113 obras escultóricas de artistas de todo el mundo como Federico Eguía, Lucía Loren, Karfer, Antonio Garza y Joaquín Manzano, entre otros. En este mapa podéis ver la localización de cada una de las imágenes, aunque también encontraréis códigos QR a lo largo del recorrido para poder descargarlo, además de una placa en cada una de ellas con el título de la obra y su autor.

Podéis diseñar la ruta a vuestro gusto según el plan que queráis realizar, nosotros empezamos desde el pueblo y vimos muchísimas, aunque hay que estar atentos porque muchas están mimetizadas entre la vegetación que pueden pasar desapercibidas; así que es un plan perfecto con niños para descubrir y jugar en familia. Otras las veréis entre los lugares de interés del pueblo como el lavadero o cerca de la ermita, ¡El municipio tiene mucho por descubrir! ¿Sabíais que hay un Museo de Arte Contemporáneo Japonés y que en la localidad están hermanados con Osaka? 

¡Comenzamos la ruta para ascender a ver la Silla de Meira! El inicio de nuestro camino está a unos metros del Parque de los Avellanos, con este punto de Google Maps no tendréis pérdida; pero planificaros, (también por si vais con niños) porque tendréis que cruzar la carretera.

El ascenso hay que tomárselo con calma si no estás acostumbrado a realizar senderismo, ya que tiene un desnivel positivo de unos 182 metros y es algo exigente para nuestras piernas; pero con tranquilidad y contemplando el paisaje de robles y jaras, tardaréis tan sólo 40 minutos en subir. ¡Apto también para niños porque van observando todo!

El trayecto es muy bonito, según vamos subiendo veremos una casa de un apicultor con un cartel que advierte sobre la presencia en su parcela de abejas; y pocos metros más adelante comienzan los robles centenarios con sus brazos/ramas retorcid@s, debido a las podas que se realizaron años atrás a causa del comercio del carboneo, además de madera para vías de tren y vigas de viviendas. También veremos «majadas» de piedra y pizarra; de arquitectura similar a las viviendas de la zona, que fueron construidas para refugiarse y para guardar en su momento al ganado.

En total (ida y vuelta) la ruta es de 4,2 kilómetros, pero como os decimos es llevadera para toda la familia, ya que nosotros subimos con nuestro hijo de 5 años y nuestro perro, sin problema.

Al llegar arriba, giraremos a la izquierda y encontraremos el mirador natural donde está la Silla de Meira, desde donde se contemplan unas vistas panorámicas de todo el valle. ¡Si sois atrevidos también podéis subir a la silla que mide 5 metros!  

La historia de la Silla de Meira

La silla es de grandes dimensiones, gigante como dijo nuestro hijo y cuenta con una historia curiosa. ¡Es una silla viajera que viene desde Galicia!

Es una obra escultórica, réplica en metal dela que apareció instalada en 2010 de forma anónima en la colina del monte de A Torre, en la parroquia moañesa de Meira en Pontevedra. Días más tarde, sus autores Xulio Lago y Roberto Brañas, decidieron retirarla por si acaso había represalias, así que tras desmontarla y no mostrar las autoridades de la zona ningún interés por la obra; el ayuntamiento de Puebla contactó con ellos y la cedieron trasladándola al Valle de los Sueños. ¿Qué os parece este viaje geográfico?

La localidad de Puebla de la Sierra

Como os decíamos más arriba, la localidad está enclavada en la Sierra del Rincón y es una auténtica joya con mucho encanto de tan sólo 75 habitantes. 

Además de elMuseo de Arte Contemporáneo Japonés, que cuenta con más de 200 obras artísticas y documentos de gran valor (¡Ojo! porque su horario es tan sólo los sábados de 11:00 a 13:00 h. y de 16:00 a 18:00h y la entrada es gratuita), cuenta con una fragua en funcionamiento con un herrero joven que nos explicará su labor y su oficio, así como otros lugares de gran belleza como su parroquia, la ermita o el lavadero y su fuente árabe. Tenéis más información este artículo del ayuntamiento. ¡Además podéis comprar miel de los apicultores que hay en el pueblo!

Se tienen datos de este municipio con Fernando IV en el año 1304 y en 1490, el Marqués de Santillana quiso acercar Puebla de la Sierra, concediéndole el título de Villa.

En 1940 también se le dió el nombre de «Mujer Muerta» por los cerros que rodean la aldea, por el parecido con la silueta de una mujer tendida, en este valle que compone la Sierra del Rincón entre Somosierra y el macizo de Ayllón, compuesto y repleto de abedules, robles, pinos y algún cerezo; además de una rica fauna de jabalíes, zorros (¡Atentos porque los veréis corriendo por las laderas!), corzos o buitres leonados.

Desde esta aldea parte numerosas rutas de senderismo, que podéis consultar también en la web del ayuntamiento y contemplar su belleza natural.