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Viajes Internacionales

Ya que he estado en Ginebra, como no voy a hablar de una de las grandes atracciones que tiene la ciudad. Sí, me estoy refiriéndome al Jet d'Eau o como más lo conocemos en castellano el chorro gigante de Ginebra. El día que fuimos a ver el Jet d'Eau, nos levantamos temprano para poder ver el encendido de la fuente a las 9:00 de la mañana, ya que nuestro hotel estaba situado a la otra orilla del lago y tuvimos que coger un pequeño barco para que nos llevará al otro lado del lago sin la necesidad de rodear la ciudad a pie o en coche. La verdad, merece la pena levantarse para ver el encendido y llegar hasta casi estar al lado de él gracias al muelle de piedra por el que podemos acceder sin tener a más gente delante tuya. Solo hay que tener cuidado con una cosa... el viento, ya que en un principio puedes estar observándolo tranquilamente y de repente cambiar el viento y mojarte, pero no esta de más si estamos en verano ¿verdad?

De vez en cuando también hay que darse un respiro mientras uno esta visitando la ciudad y por eso, esta parada estaba más que justificada... Después de comer, un cafelito, pero con hielo por favor, que en Ginebra en verano hace mucho calor. La parada la realizamos en un pequeño negocio local experto en cafés artesanales en el "Little SoHo de Ginebra" llamado Birdie Food & Coffee, donde lo primero era pedir algo fresquito para paliar el calor que estaba haciendo. Una vez servidos, nos interesamos por como realizaban sus cafés artesanales y como conseguían tener un sabor tan rico y característico.