Hace un par de semanas estuve en Ginebra, una ciudad preciosa que aún no conocía y que por fin he podido visitar.
Hoy os traigo una entrada de las que a muchos nos es muy útil cuando queremos ir a conocer una nueva ciudad y no sabemos que transporte coger para llegar al centro de la ciudad donde está nuestro hotel, sin la necesidad de coger un taxi que es una solución pero mucho más cara, así que apuntad para que el transporte al hotel os salga lo más económico posible.
Como os conté en artículos anteriores tras visitar Honningsvåg y Cabo Norte, llegamos a Tromsø y nos alojamos en el hotel Scandic Ishavshotel, con vistas al puerto de la ciudad y justo enfrente, seguro que apreciáis la Catedral Ártica, reconocible por su fabulosa arquitectura. Es un gusto poder haberse alojado en este hotel, modernidad, vanguardia y comodidad se unen para relajarte en esta bonita ciudad, con unas vistas extraordinarias con las que te levantas cada mañana gracias a los grandes ventanales que cuentan en la habitación y por dónde veremos cada mañana pasar numerosos barcos.
Sí, existe y está en Noruega, concretamente en Tromsø y se llama Siste Skanse ó se traduciría algo así como "La última resistencia" ó "The Last Stand". Este pequeño estudio de fotografía se denomina así mismo como el estudio de retratos más pequeño del mundo y no es para menos, ya que sólo son 18 metros cuadrados de superficie, pero el interior es más pequeño aún. [caption id="attachment_4914" align="aligncenter" width="650"] Siste Skanse[/caption] Se ubica en la calle Skippergata y abre los fines de semana, los sábados de 12h a 15h y el domingo de 12h a 14h. Su propietario Kristian, al que podéis seguir en Instagram, cuenta la actividad del estudio, así como para los amantes de la fotografía, muestra los materiales fotográficos que utiliza y las cámaras que emplea ¡Todas una auténtica maravilla!
¿Os habéis imaginado alguna vez dormir en un hotel de sal? Al igual que existen hoteles de hielo, también existen completamente de sal, como os podréis imaginar. He aquí, una prueba de ello en el Salar de Uyuni en Bolivia.
A la orilla del gran Salar de Uyuni se encuentra el Cristal de Samaña, uno de los hoteles más famosos hechos de sal que existen en el mundo y que pudimos visitar durante nuestro viaje por la hermoso paisaje boliviano.
Según nos contaban en el hotel, este está construido en su totalidad (paredes, suelos y muebles) usando como único elemento la sal y a su vez conforme a los principios del Feng Shui, convirtiéndolo así en el único hotel del país con estas características. Además, este hotel está concebido para ser respetuoso a su vez con el medio ambiente, utilizando las radiación del Sol como fuente de energía esencial para los servicios del hotel (agua caliente y electricidad).