¿Os acordáis que os hablamos de la Venecia Praguense? Pues que mejor post que este para demostrar que la isla de Kampa en Praga, es un sitio especial para los enamorados como podéis ver en la primera fotografía con la reja llena de candados. Siendo tradición ya en muchos puentes por todo el mundo y en especial por Europa (Londres, Paris, Roma, etc.) Praga no iba a ser diferente.
El tamaño del puente es realmente pequeño, aproximadamente de 5 ó 6 metros de longitud, que sirve para atravesar el Arroyo del Diablo en el que se encuentra el antiguo molino del Gran Priorato y seguro que cuando estés pasando el puente te quedes ahí un rato observando sus barandillas llenas de candados, donde prácticamente ya no hay hueco para agarrar el candado al hierro de la barandilla y muchos de ellos están agarrados a otros candados…. Así que como suele ser la tracción, colocar el candado donde podáis y tirar la llave al río, ya que este acto en pareja, según dicen, nos asegurará el amor eterno y la felicidad...
Le toca el turno a la Catedral de Stavanger, Catedral de San Svithun o en noruego 'Stavanger Domkirke', la cual dicen es la más antigua y la única reconocida de la Edad Media. Se encuentra en el centro de la ciudad, a pocos metros del casco antiguo y del puerto de la misma, donde os recomendamos os acerquéis a media tarde, ya que en la misma plaza podréis comprar en varios puestos souvenirs o productos locales.

El casco viejo de Stavanger, Old Stavanger como también se conoce o en noruego, Gamle ("viejo") Stavanger, está situado en la calle 4001 Stavanger, en una ladera al oeste del puerto viejo, y es una de las visitas imprescindibles a realizar en la ciudad.
Esta compuesto por 173 casas encaladas de madera, construidas a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, que conformaban un barrio obrero dedicado a la industria conservera.En mi paso por la ciudad de Bergen, tras disfrutar del Bergenfest sobre las 11.30 de la noche, pude disfrutar de uno de los más bonitos atardeceres que he visto. Rodeada de un buen ambiente y un lugar con tanto encanto como es esta ciudad, lo hacían mucho más fácil.
De vuelta al hotel donde nos alojábamos, Comfort Hotel Holberg, a 3 minutos del centro de la ciudad, la luz se iba desvaneciendo en la segunda ciudad más grande de Noruega.
