Hoy quiero hablaros de un hotel en el que tuve la suerte de alojarme en mi última estancia en Palma de Mallorca, el Hotel Costa Azul.
Está ubicado en pleno paseo marítimo de Palma, con vistas al puerto deportivo, a la Catedral de Palma de Mallorca y hasta donde alcanza la vista se ve Porto Pi. Su webcam, no engaña.
Había pasado en varias ocasiones por delante de este hotel, pero siempre me había alojado en otros, así que tengo que decir que en mi próxima visita a la isla balear, me alojaré en éste.
Es un hotel de 4 estrellas que ha sido completamente renovado para darle un nuevo enfoque inspirándose en el Mediterráneo por sus elementos y colores decorativos, así como en la literatura y su relación con el mar.
La Catedral de Palma de Mallorca o la Catedral de Santa María, también conocida en mallorquín como La Seu, es el lugar de interés que nos da la bienvenida a la isla, por mar, tierra o aire en la ciudad de Palma. Reconozco que tras visitar muchas veces Palma de Mallorca nunca había entrado en la Catedral y me sorprendió gratamento por su magnitud y belleza.
El Mercado de Santa Catalina o Mercat de Santa Catalina de Palma de Mallorca, es uno de los tres mercados más importantes de la ciudad, situado en el barrio que recibe el mismo nombre, en una zona de pescadores, cerca del mar, junto al puerto de la ciudad y el Paseo Marítimo a pocos pasos. Merece la pena que demos un paseo por sus callejuelas, observemos los locales de alrededor para conocer la historia de este barrio que conserva la mayoría de sus edificios en buen estado con sus características terrazas y fachadas.
Un mercado que conserva ese buen ambiente de mercado clásico, pero que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos para evolucionar y progresar con las nuevas generaciones y los nuevos clientes, con nuevos puestos y negocios que hacen del lugar, un sitio para alternar o quedar con los amigos.
Cuando os hablé de las fiestas patronales de Palma de Mallorca, os hablé de Peccata Minuta, una acción de tapeo de gastronomía local, aquí podéis volver a leerlo. Pero quiero recomendaros cuatro lugares dónde comer en Palma de Mallorca, cuatro sitios con mucho encanto.
El primero de todo, Patrón Lunares (c/ Fábrica, 30), un local cálido con un servicio extraordinario, que respeta también el ambiente de la isla con la presencia en la decoración de la tela de “llengos” o las piezas de la vajilla hecha a mano en una ollería de más de 200 años de historia. La decoración del local está vinculada a la mar, así como el nombre de la misma cantina en honor al pescador Miguel Bonet Oliver que estuvo ligado al arte de la pesca hasta su muerte.
En su gastronomía utilizan productos locales de cocina tradicional e internacional con platos sin mucha elaboración como ponen en su web, pero de gran calidad. Un rico ceviche, una ensaimada de foie ¡Buenísima! o un simple matrimonio de anchoas y boquerones que estaba todo delicioso, amenizado por unos boleros que hicieron la comida un momento muy especial para recordar con cariño.